Agradezco la invitación a presentar este magnífico libro que es reflejo de un esfuerzo intelectual colectivo.
Estuve pensando qué podía aportar a esta presentación, a la que amorosamente me invitó Lidia Dueñas Orozco. Y es en ese sentido amoroso que he pensado y sentido las palabras que ahora les comparto.
Llegué a este libro sin duda gracias a César Navarro Gallegos. César fue mi maestro sin serlo, soy pedagoga de formación en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ahí César era profe, pero de “Historia de México- Revolución mexicana”, las tomé todas ávidamente más de una vez. Su clase era fascinante en muchos sentidos, aprendí tanto de él. Pero mi historia con César además estaba marcada por la lucha, fue de los pocos profesores que se mantuvo del lado del movimiento estudiantil del 99 soportando y acompañando nuestras contradicciones, pero entendiendo la importancia de la lucha que enfrentábamos. Después, cuando volvimos a clases, César fue uno de los pocos profesores que nos ayudó a recomponer el tejido social de una facultad que fue muy golpeado por posiciones políticas desde la derecha más ramplona de la autoridad, hasta posiciones políticas estudiantiles de plano lúmpenes. Una tarea titánica a la cual siempre César estaba dispuesto con ese amor infinito a sus estudiantes. Recuerdo mucho la primera conferencia que hicimos en una resistencia completa, nuestra intención era que la facultad volviera a ser un espacio de intercambio de ideas, las autoridades nos negaron los espacios, las salas y salones, así que lo hicimos en el Ágora de filos, a las 12 del día, en pleno sol, César fue paciente la hizo ahí junto a una veintena de estudiantes (todo un logro), habló del Ché con esa ligereza y rigor intelectual que lo caracterizaba. De ahí hasta que egresamos, César acompañó cada una de nuestras iniciativas académicas y políticas. Tuve además la fortuna de encontrarme con él en el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba al cual ambos pertenecíamos y en el cuál aún milito. En sus últimos años siguió acompañándonos a través de su guía y crítica mordaz para el programa de bachillerato que sostenemos en Martín Carrera para jóvenes de la periferia.
Volviendo al libro…
Desde mi perspectiva este libro tiene dos elementos que quiero destacar:
El primero:
El fortalecimiento de una línea de pensamiento: este libro sin duda responde a una línea de pensamiento que me gustaría desglosar de la siguiente manera:
La academia como arma de acción transformadora y revolucionaria. Este libro no está compuesto de investigaciones neutras o asépticas. Cada uno de los capítulos muestra un compromiso y una postura políticos, desde la reivindicación de la guerrilla como legítimo método de lucha, hasta el ejercicio político de la memoria y la verdad. Usar los foros académicos para que el pueblo tenga su propia voz. Los compañeros y compañeras autores de este libro, Abel, Aline, Eneida, Maribel y Luis nos muestran con rigor desde sus disciplinas: la historia, la pedagogía y el periodismo que es posible y necesario defender con argumentos contundentes, con investigación formal y fuentes documentales las luchas de nuestro pueblo. Además de sostener en la discusión epistémica que la historia no es ciencia social para el archivo, sino para la acción. Quizás los que sostienen el llamado “fin de la historia” piensan que la labor del historiador está signada a los archivos, a la recreación intelectual, pero este libro nos trae de vuelta a la necesidad de arrebatarle a las clases dominantes, su continua negación de la historia de los pueblos, su narrativa hegemónica de que sólo es historia lo que tiene más de un siglo, lo demás escapa a su investigación.
Discusión a pie de calle. Si bien este libro es un esfuerzo académico e intelectual, me parece que no pierde el espíritu de hablar con los maestros y al mismo tiempo con el público que no está en la academia. Lo cual no quiere decir que “rebaje” el discurso, no supone a sus interlocutores desprovistos de cualidades intelectuales. Resulta difícil no dejarse seducir por el lenguaje rimbombante propio de un tipo de academicismo y por otro la vulgarización del mismo en un afán de menospreciar al lector, sin embargo, sus autores lo logran. De ahí retomo la cita de Fidel que da inicio a este libro: “A todos nosotros sin excepción, nos corresponde el papel de educar, nos corresponde el papel de enseñar; a todos nosotros sin excepción, nos corresponde el papel de maestros…” cada uno de los textos buscan mantener este equilibrio entre lo cercano y lo profundo. Este libro es para todos y así estuvo pensado.
La búsqueda de la verdad y la memoria. Finalmente en este conjunto de ideas sobre la línea de pensamiento que se fortalece en este libro, desde mi perspectiva, es sin duda la búsqueda de la verdad al más puro estilo “socrático”, nunca como ahora la lucha por la verdad ha sido tan decisiva del destino de la humanidad. Con la pujanza de los medios digitales y sus aplicaciones, nunca como ahora la verdad es lo que menos importa, veamos todo lo que la población mundial experimentamos en la pandemia de la COVID-19 con las fake-news. Es decir, la búsqueda de documentar y fundamentar la información no es una batalla nimia o sin importancia. Además, el ejercicio de memoria de cómo se fue configurando el país una vez terminada la revolución mexicana y darle su lugar a personajes y movimientos que para el oficialismo del “PRIAN” no existieron o eran, en el mejor de los casos, delincuentes o desadaptados sociales, en las líneas de este libro cobran su dimensión humana, de líderes sociales y de movimientos de resistencia.
El segundo y último punto es:
La sistematización de las experiencias de política-pedagógicas. Como había mencionado mi formación es de pedagoga, algo con lo que me he encontrado en varias ocasiones, en distintos autores como Adriana Puiggrós, es la falta de sistematización de las experiencias educativas en nuestro país, principalmente las que surgen de la resistencia y la alternativa popular. No son pocas las experiencias, sin embargo, en las filas de los maestros mexicanos, así como de los militantes de izquierda con proyectos educativos no existe la “costumbre” o disciplina de sistematizar. Hacer praxis pedagógica es un verdadero reto en nuestro país, honestamente desconozco las razones sistémicas de esta falta. Intuitivamente podemos saber que las experiencias pedagógicas de resistencia son muchas en toda nuestra geografía, sin embargo, de ellas tienen que ser otros los que den cuenta de ello y a veces resulta poco atractivo para los estudiosos tomar estos temas como objeto de estudio. De ahí la importancia de este libro. Los autores logran entramar de muy buena manera aquello que sostenía Freire “todo acto político es pedagógico”. Por un lado, en el libro podemos encontrar dos dimensiones la del individuo o caudillo y la de la organización unas veces de de masas y otras militante, donde en efecto cada acto que ejecutan cada uno de los sujetos de investigación juegan de forma dialéctica el papel pedagógico y político. Es a través de la mirada de los cinco autores que podemos aproximarnos a este análisis de la vida y obra de Arturo Gámiz, de Lucio Cabañas, así como a los movimientos donde los maestros fueron protagonistas como en el “Asalto al Cuartel Madera”, a los movimientos guerrilleros “othonistas”, “jaramillistas” y “maoístas” así como la resistencia magisterial y normalista en los años de la “Guerra Sucia” y el nacimiento de la CNTE en los 80´s. Sin duda, este libro abona a la sistematización de las experiencias político-pedagógicas de nuestro país, y aunque hay mucho por hacer en este campo, este libro abre brecha, con lo cual podemos dirigirnos hacia la construcción de un proyecto de nación y de educación que no se debe escribir sobre tabla rasa, sino desde el reconocimiento, análisis y crítica de una historia y experiencia rica en toda la geografía del país.
Quisiera cerrar con una invitación clara: lean y compren este libro. A quienes tengan la oportunidad, los animo a investigar y sistematizar las experiencias político-pedagógicas de nuestro país. Este trabajo es fundamental para construir el futuro que anhelamos como nación y para las próximas generaciones.
Gracias por su atención.
Archivo General de la Nación, Ciudad de México, 14 de agosto de 2025.
Melina González Quintanar
- Coordinador
- César Navarro Gallegos
- Coordinadora
- Lidia Dueñas Orozco
- Colección
- Inter Pares
- Idioma
- Castellano
- EAN
- 9786078898183
- ISBN
- 978-607-8898-18-3
- Fecha publicación
- 19-09-2023
- Edición
- 1
- Formato
- Rústica
- Editorial AKAL
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