jueves, 14 de abril de 2011

HACIA UNA EDUCACIÓN ALTERNATIVA

El siguiente artículo nos pareció muy pertinente, para ahora que daremos el curso de de Educación Popular, es de un compañero de Costa Rica.

Esperamos que sirva para la preparación del curso.
Saludos.

Jueves 17 de Febrero de 2011 22:17

LA REALIDAD COMO PUNTO DE PARTIDA, EL DIÁLOGO COMO MÉTODO DE TRABAJO Y LA EDUCACIÓN ALTERNATIVA COMO OBJETIVO NACIONAL 

ALGUNAS IDEAS CRÍTICAS A LA EDUCACIÓN ACTUAL


Jacinto Ordóñez Peñalonzo (Ph. D)

INTRODUCCIÓN
Pongo en un sólo documento dos artículos que fueron elaborados en dos momentos diferentes, pero los dos desde la perspectiva crítica.
Primer artículo: “La realidad como punto de partida, el diálogo como método de trabajo y la educación alternativa como objetivo nacional”.   Este artículo fue escrito en enero de este año (2011) y enviado a César Toruño, quien convocó a un Encuentro sobre Educación Alternativa que tuvo lugar el sábado, 22 de enero, en Alforja (San José, Costa Rica).  Mi propósito fue poner, en manos de los/as que pudieran llegar a ese Encuentro que, según la convocatoria hecha, tendría una asistencia amplia y con  el propósito final de hacer una propuesta alternativa de la educación costarricense.  Dejé, a criterio de los organizadores el mejor uso del artículo, uso que creyeran conveniente y oportuno en esa convocatoria.
Segundo artículo: “Algunas ideas críticas a la educación actual”.  Este segundo artículo fue presentado en el Panel que tuvo como tema “Perspectivas alternativas en Investigación Educativa” del II Congreso Internacional de Investigación Educativa, su incidencia en la realidad social, Congreso organizado por el Instituto de Investigación en Educación (INIE) de la Universidad de Costa Rica, que tuvo lugar en la Facultad de Educación de esa Universidad, los días 1-3 de febrero del 2011.  Participaron también en el Panel las Dras. Adriana Puiggrós de Argentina, Lupita Chaves de Costa Rica y el Dr. Gilberto Alfaro también de Costa Rica, con la coordinación de la Dra. Teresita Cordero, directora del INIE.

Dada la positiva recepción que han tenido ambas participaciones, se están distribuyendo nuevamente con el propósito de poner en discusión las frustraciones y esperanzas que provoca la situación de la educación actual costarricense.  Esto, con la profunda convicción de que “un nuevo mundo es posible” y con ese nuevo mundo una nueva educación también es posible en el contexto de una nueva sociedad.
Santa Ana, 5 de febrero del 2011

    Las ideas que propongo suponen una convergencia de las y los interesados en la convocatoria para proponer una educación alternativa en el nivel nacional.  En la historia de la educación universal ha sido recurrente que la práctica educativa más significativa para los pueblos siempre ha sido aquella que ha respondido a una comprensión de la realidad histórico-social concreta que, para nosotros es la realidad costarricense.  Esta fue la práctica que oportunamente intentaba el Centro Germinal de principios del siglo XX y esta la que hizo la Comisión Chilena que vino a Costa Rica en la década de los años 1930. La conciencia de la realidad del contexto local (la contextualización) es una necesidad para establecer los objetivos de una propuesta alternativa, para establecer las prioridades de esa propuesta y para proponer el tipo de estructura necesaria para una educación alternativa en el nivel nacional.

Considero que, para pensar la educación en el momento actual, ha de haber una actitud crítica, lo que significa tomar en cuenta los intentos de análisis crítico que ha vivido la educación costarricense, esto por razones histórico-sociales y también por razones científicas.  Han sido la ciencias sociales las que han demandado una permanente actitud crítica sobre lo que se ha hecho, se hace y se hará en todos los campos del saber y que la educación muchas veces olvida.  Por eso, si queremos hacer una propuesta de educación alternativa, es necesario que ésta propuesta no reitere los errores que la educación liberal repite en nuestro país desde el siglo XIX; se hace entonces necesario que se fundamente en una pedagogía crítica.  Para lograr una perspectiva crítica, nuestra tarea educativa ha de tomar en cuenta, entre otros aspectos, las características de la práctica de la educación vigente, el diálogo entre los interesados/as en una actitud crítica -inclusive entre las personas que adversan esta posición- y la posición prospectiva para superar el pragmatismo pedagógico vigente.  Esto significa, al menos, tener conciencia de los siguientes pasos:
En primer lugar, que se tiene que aceptar el desafío de la permanente actualización, porque tiene que ser siempre actual.  Esto significa que se debe tomar en cuenta, al menos dos puntos de referencia: la importancia del contexto local, regional y nacional como lo llevamos dicho, sin desconocer la importancia del contexto global que, en nuestro caso, son los aires de la globalización neoliberal.  Es decir, el pensamiento educativo progresista no debe pasar por alto el esfuerzo permanente de la actualización, lo cual significa negarse a seguir recetas como actitud que inspira la situación actual, negarse a asumir una actitud mecánica que generaliza el dominio de la revolución tecnológica -lo que no quiere decir que se ignore la técnica-, y lo que significa negarse a seguir una actitud sólo pragmatista que generaliza y aprovecha la globalización.  Es en ese contexto donde se habrá de proponer una educación diferente.  Una formulación crítica de la educación ha de partir de un permanente esfuerzo por la actualización que significa iniciar un análisis de las condiciones que determinan la práctica de la educación vigente.
En segundo lugar, se ha de asumir el desafío del diálogo como método.  Una actitud crítica ha de distinguir el diálogo del antidiálogo.  Ser dialógico/a significa negarse al sectarismo, a actitudes fanáticas, ingenuas, dogmáticas, discriminatorias, etc., características del antidiálogo.  Esto significa que se debe ser inclusivo, escuchar antes de hablar y no quedarse callado si se han investigado o, al menos, reflexionado sobre los temas en discusión.  El diálogo tiene dos aspectos importantes: la acción y la reflexión.  La acción que se haya tenido o que se sigue teniendo en un campo específico y que tiene importancia para el tema que se discuta.  La reflexión sobre esa acción tenida y que se sigue teniendo.  La acción y la reflexión son los elementos fundamentales del diálogo.#  Si se habla sin un referente a la acción que supone aquello que se discute, las palabras tienen el peligro de caer en una “palabrería” que Freire llamaba “bla-bla-bla”.  Si se actúa sin una reflexión sobre ella, se tiene el peligro de caer en un activismo.  El diálogo demuestra la relación dialéctica entre la acción y la reflexión.  Estos elementos son los que están presentes en el concepto manejado por los griegos clásicos y que expresaron con la palabra praxis, palabra que se distingue de los términos “práctica” y “prágmata” griegas.  Por eso, se dice que el diálogo es praxis, esto es, la relación dialéctica entre la acción y la reflexión.  El antidiálogo es aquel “diálogo” realizado con palabras que están alejadas de la acción o aquellas acciones que están alejadas de la reflexión.
En tercer lugar, tanto la contextualización de la educación como su actualización y sus métodos obedecen a una permanente búsqueda de una práctica alternativa de la educación, búsqueda ausente en la educación oficial de nuestro tiempo.  La realidad educativa es dinámica, se mueve entre los modelos educativos planteados racionalmente y las propuestas alternativas que intentan superar las deficiencias de la práctica educativa que ya se ha conceptualizado y se practica.  La realidad educativa se mueve entre lo viejo y lo nuevo, entre lo repetitivo y lo alternativo.  La teoría de la educación es siempre prospectiva.  Para eso, se ha de mantener horizontalidad en el trato con las demás personas, debe mantener permanente atención a los avances en esa práctica, ha de tomar en cuenta a todos/as las personas que quieran decir su palabra y quieran reflexionar sobre la educación.  El diálogo sobre una educación alternativa ha de quedar abierto a todos/as los/las que se sienten preocupados/as por los procesos educativos vigentes, hayan o no estudiado educación, se hayan o no especializado en ella.  Las/os especialistas forman parte del sector docente y es importante su aporte, porque han mantenido parte de su vida ocupada en los procesos educativos.  Pero todos/as, especialistas y no especialistas, hemos tenido la experiencia, como decía alguien, de haber “sufrido” una educación desactualizada, vertical y repetitiva.  La educación alternativa tiene que ponerle pies a un pensamiento crítico que analice el punto de partida de la educación actual y que proponga una educación alternativa.  Como dice el filósofo Carlos Rojas Osorio, cuando habla de la educación desde la perspectiva latinoamericana, que la educación latinoamericana debería tener como lema…
Mente libre y corazón solidario. …propiciar en el estudiante una inteligencia que al comprender el mundo se despoje de prejuicios innecesarios y se ponga en franquía para pensar libremente.  Educar no es poner grilletes a las mentes de los niños y jóvenes.  Educar es estimular el pensamiento libre e independiente… Pero el ser humano no es sólo intelecto…El corazón solidario se une al otro en la alegría y en el sufrimiento.  Se aúna con otros para la lucha y la acción por la justicia y la paz.  La solidaridad reúne a los corazones en grandes metas y ennoblece nuestras luchas cotidianas contra la desigualdad injusta.  Convencer al educando hacia la formación de un corazón solidario es la gran meta ética de la educación.  Mente libre y corazón solidario pueden hacer de nuestros jóvenes apóstoles de la libertad y actores encaminados hacia la paz, la justicia y la convivencia fraternal entre todos los seres humanos.
Freire decía de la pedagogía en uno de sus diálogos: “El punto de partida de la educación está en el contexto cultural, ideológico, político, social de los educandos.  No importa que este contexto esté echado a perder”.  Por eso, seguía diciendo,  la educación no sólo puede definirse como “formación” sino también como “arte”, hay que “rehacer” nuestro mundo, “repintarlo”, “recantarlo” y “redanzarlo”. El pensamiento libre y el corazón solidario es parte de la tarea educativa alternativa, de la misma manera que lo es el arte.
Sobre lo dicho, mucho más se podría decir.  Sólo menciono estos puntos porque la convergencia existencial en ellos nos ayudarán para que, nuestro Encuentro Educativo permanezca abierto para que participen las personas que tengan algo qué decir sobre educación.  No se trata sólo de escuchar a los/as que saben pedagogía, a los/as que tienen la experiencia de haber trabajado en educación, sino de lo que se trata es de escuchar a los/as que no habiéndose especializado en educación han vivido el impacto y han sufrido los desaciertos de la educación actual.  La opinión de los/as que han sufrido en la práctica el sistema educativo actual tiene mucho qué decir sobre el impacto que esa práctica ha definido nuestra manera de ser y de hacer en el día de hoy.
Para comenzar el diálogo, considero importante estar conscientes de los elementos mencionados en esta reflexión.  Si así lo fuera, será un denominador común, primer paso para proponer una educación alternativa para Costa Rica.

                        Santa Ana, Costa Rica, enero del 2011

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