La sesión comenzó con una exposición
general para presentar la propuesta del pedagogo a tratar: Francisco Ferrer i
Guardia.
Es de importancia que se discuta este tema en el Curso pues Ferrer
fue uno de los primeros en hablar de la renovación de la escuela tradicional y en
proponer una alternativa contrapuesta a la escuela religiosa, dogmática,
autoritaria, etc. Con esto mismo, buscamos generar la discusión entre lo
hegemónico y lo alternativo en torno a la educación. ¿Buscamos que nuestras
propuestas de educación popular se conviertan en hegemónicas? ¿Cómo y por qué
pretendemos que lo sean?
Contexto
A fines del siglo XIX en España, en
particular en Cataluña, existía un momento de fervor social donde los
contingentes sindicales anarquistas jugaban un papel primordial en la discusión
sobre el problema educativo. Era un ambiente propicio para la reflexión en
torno a la educación que recibían los niños: jerarquizada, selectiva,
autoritaria y represiva; dominada por la Iglesia católica reaccionaria.
Francisco Ferrer i Guardia fue
solamente uno de esos personajes que hicieron aquella labor reflexiva, pero
yendo más allá de ello. Ferrer, viendo las carencias y males de las escuelas
estatales, generó una propuesta educativa alternativa, lo que se dio a conocer
como la Escuela Moderna. Cuestionando
de fondo la función social de la escuela, esta propuesta de educación
libertaria fue echada a andar en el año de 1901, cuando se funda, con el objetivo de formar integralmente a los
hijos de los obreros, lo que significa que recibirán una educación tanto
intelectual como manual e incluso en el desarrollo físico.
Tanto en el año 1868, en el 1r.
Congreso de la Internacional en Bruselas, donde los obreros “reclamaron la
instrucción integral que comprende a la ciencia y al aprendizaje industrial,
[porque] deberá todo hombre ser preparado para emprender su industria
respectiva por medio de una enseñanza
integral que equivale a decir, por medio de una instrucción que desarrolle
todas las facultades, hasta el punto de poder comprender todos los fenómenos
que en el orden natural se verifican”[1];
como Kropotkin y el Comité Pro Enseñanza Libertaria (1898), quienes pensaban
que la educación debía ser integral; o sea el “desarrollo armónico de los
conocimientos intelectuales, manuales y profesionales, así como de las
aptitudes físicas”[2];
fueron una de las influencias contextuales que recibió Ferrer para su propuesta
pedagógica.
En 1906 cerró la escuela Moderna y
Ferrer fue asesinado en 1909 culpado de haber propiciado la desobediencia
obrera en Cataluña, desencadenando los sucesos de la Semana Trágica. Nunca
volvió a abrir, pero el ejemplo ya estaba dado y muchas escuelas así fueron
abiertas en otras partes de España.
Preceptos de la Escuela Moderna
- Respetar
la libertad del niño, su espontaneismo.
- La
autogestión. Esta parte sería lograda a través del trabajo en la Granja,
donde también se buscaba el conocimiento a través del contacto directo con
la naturaleza.
- Racionalismo
– laicismo y cientificismo –. Con estas bases, se buscaba acabar con todo
tipo de dogmas que sometieran a las personas. Serían eliminados con la
práctica científica, fomentando la reflexión y la crítica.
- Enseñanza
integral. Superar la división entre el trabajo intelectual y el manual; el
trabajo debía ser una potencia creadora y no esclavo ni obligado.
- Antiautoritarismo
y antiestatismo. No se debía confiar la educación al estado burgués que fomenta la desigualdad económica y la
sumisión. Para hacer realidad la Escuela Moderna había que buscar el apoyo
de la clase trabajadora y de los intelectuales comprometidos.
- Igualitarismo.
La Escuela Moderna sería coeducadora, es decir, ambos sexos debían
compartir las aulas, así como las barreras sociales debían ser superadas.
Existía el sistema de cuotas según las posibilidades de los padres;
quienes no podían pagar, no hacían ningún aporte monetario.
- Respetar
la personalidad del alumno. Los contenidos que se enseñaban iban de
acuerdo a las edades de los niños y a su visión del mundo. En la E.
Moderna se estuvo en contra del memorismo,
no habían premios ni castigos y no se aplicaban exámenes ya que se
trataba de combatir el carácter competitivo que favorecía la desigualdad
fomentando la solidaridad e igualdad.
- No hay
descripción del método ni planteos didácticos. Sin embargo, existía el Boletín, un trabajo realizado entre
todos los niños de la Escuela, donde plasmaban los contenidos y
conocimientos que habían adquirido a lo largo de la semana, mismo que era
distribuido a las afueras de la Escuela.
Esta noción
de la toma de palabra se trabajó de
distintas formas, aparte del Boletín:
-
Correspondencia escolar. Mandaban cartas a niños en otras escuelas.
-
Excursiones. En particular hay conocimiento de que se llevaba a los niños a
visitar fábricas cercanas a la Escuela.
- Asamblea.
Los niños tenían su momento de discusión colectiva, donde solucionaban problemas
de su cotidianidad. También programaban Asambleas con gente del barrio donde
estaba asentada la Escuela y con los obreros de las fábricas aledañas, justamente
buscando que el contacto con la realidad no se perdiera, sino al contrario, que
los niños debatieran en torno a problemáticas sociales.
A México llegó esta experiencia de
la Escuela Moderna, conocida como la Escuela Racionalista. La primera fue
fundada en 1917 en Chuminópolis, Yucatán, por el profesor José de la Luz Mena,
quien introdujo en México las ideas de Ferrer. Se siguen los mismos preceptos,
pero con el objetivo de formar a los hombres y mujeres hijos de la Revolución Mexicana.
La escuela como formadora
intelectual y moral de los trabajadores, debía fomentarse en las Ligas de
Resistencia, núcleos de las bases obreras organizadas en el Partido Socialista
del Sureste (PSSE), en los estados de Yucatán, Campeche y Tabasco (aunque
posteriormente se expandieron a lo largo del país). Bajo la idea de liberar al
hombre de los dogmas que le hacen esclavo, la doctrina pedagógica adoptada fue
la Escuela Racionalista que, en este caso, estaba sujeta a tres principios:
- Unificar el sistema escolar
-Capacitar para el trabajo de
utilidad social
-Educar para la vida cívica y
política.
Esta propuesta llegó a ser tan ampliamente
conocida, discutida y respaldada, que fue la base para que la Educación
Socialista se echara a andar en todo el país bajo el gobierno de Lázaro
Cárdenas.
A continuación, algunas
características de las escuelas Racionalistas del Estado de Yucatán:
E. Racionalista de Chuminópolis para niños
Cuenta con:
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Escuelas
sostenidas por las Ligas de Resistencia del PSSE (Escuela Nocturna para
adultos1 y Escuela Normal Socialista2)
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- Granja*
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Lengua Nacional, Aritmética, Ciencias Naturales1. Sin
exámenes, premios, castigos ni diplomas o títulos. Las aptitudes y
conocimientos se aplicarán en los talleres y huertas de la escuela;
coeducativa (ambos sexos).
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- Taller*
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Para estas escuelas se debían
editar libros de texto populares, a bajos costos, con obras socialistas,
científicas, filosóficas, morales y clásicas.
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- Laboratorio
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- Biblioteca
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- Gabinete
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*En estos, los productos eran los
mismos que se producían a nivel estatal. El trabajo en estos espacios buscaba
incentivar el cooperativismo y la autogestión de la escuela.
Los niños también imprimían su
propia revista, llamada Oriente[5]
|
Cerramos la sesión dando unos
minutos para la discusión sobre el tema. A los integrantes del Curso les era
prácticamente desconocida esta propuesta pedagógica, por lo que les pareció de
gran interés, resaltaban la importancia que Ferrer le daba a la niñez y a sus
intereses y desarrollo propio a su edad. La noción de hegemonía se discutió, a
algunos compañeros les parecía conflictivo el término, por lo que concluían que
si una propuesta de educación alternativa llegase a ser hegemónica, se tendrían
que vigilar y privilegiar valores y principios éticos.
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