educativas y pedagógicas.
Lo que quisiéramos con estos apuntes es aportar una serie de elementos que nos permitan entender mejor las alternativas educativas y pedagógicas, cómo es su desarrollo y cuáles son sus características, queremos mostrar estos puntos, no para dejarlos como verdaderos, sino simplemente ponerlos sobre la mesa de discusión, para que a partir de ellos o su crítica, entablemos un diálogo y nos acerquemos más a entender esto de las alternativas, para generar nuevas y mejorar las que tenemos.
Cuando hablamos de alternativas nos referimos a las construidas desde la izquierda, el pensamiento crítico, la democracia, el socialismo, el comunismo, lo antisistémico, lo anticapitalista o lo contrahegemónico. Las alternativas son para nosotros, proyectos que mantienen una serie de principios ético-políticos que reivindican la justicia social, los derechos humanos y un mundo donde los hombres y mujeres puedan ser felices y completos, proyectos que se plantean construir un mundo donde el precepto martiano de “Patria es humanidad”1 sea el presente anhelado.
Al hablar de alternativas educativas y pedagógicas, no podemos dejar de hablar de movimientos sociales, pues es al rededor de éstos y su complejidad que se producen varios proyectos alternativos vinculados a resolver las necesidades del pueblo, y la educación es una de ellas. Creemos que José Martí la expresa muy bien cuando dice: “ser cultos es la única manera de ser libres”, sin duda el acceso al conocimiento nos acerca más a una multiplicidad de sueños posibles. Hemos visto que en los movimientos sociales el acceso universal a la educación no es suficiente, hay más que hacer y transformar; por ejemplo, qué contenidos, qué principios, qué moral, qué ética, cómo enseñamos, cómo aprendemos. Si lo que queremos es construirnos como sujetos libres, actores de la construcción de nuestro propio destino en lo individual y colectivo; es necesario plantearse la transformación de la pedagogía y sus formas.
Análisis del contexto.
Creemos que el análisis del contexto es parte de la develación de la realidad2, a continuación explicamos.
La develación de la realidad es dada por medio principalmente de la razón (aunque también existen otros factores), es una tarea colectiva, donde educador y educando conjuntamente la llevan a cabo. Parte de la develación consiste en descubrir cuáles son las verdaderas necesidades y deseos, tanto colectivos, como individuales, de los sujetos. Dentro de la tarea de la develación se encuentra el análisis del contexto, es decir evaluar la realidad vinculada al lugar, momento e historicidad, teniendo en cuenta que la realidad no es absoluta, siempre cambia, es decir, nuestra tarea es continua.
¿Para qué nos sirve el análisis del contexto en la construcción de las alternativas educativas? Nosotros pensamos que esta tarea nos posibilita a tener propuestas vinculadas a las verdaderas necesidades y deseos de nuestra comunidad. Después de que Fidel Castro fuera apresado por la dictadura de Batista, en la derrota militar del asalto al cuartel Moncada, escribió un texto, que no es más que el ejercicio serio de la develación de la realidad cubana, “La historia me absolverá”3. En él se encuentra el programa del Movimiento 26 de julio, este programa esta vinculado con las necesidades y deseos del pueblo cubano, “La historia me absolverá” es pues la articulación de las propuestas hechas por el M26 a partir de la develación y del análisis de la realidad cubana en ese momento de la historia. El programa del M26 estaba tan vinculado a las necesidades y deseos del pueblo cubano que 6 años después del asalto al cuartel Moncada, Cuba se proclamó una nación libre y soberana, tirando al dictador y de ahí en adelante comenzó a construirse a sí misma. Con este ejemplo no queremos decir que si tenemos resuelto el análisis y hacemos buenas propuesta entonces seguro el desenlace será una revolución triunfante, eso sería reducir la complejidad de cualquier proceso social y revolucionario, además de que estaríamos ocultando la realidad. Pero sí queremos mostrar la importancia de estos ejercicios de develamiento.
Continuando con el ejemplo de Cuba y vinculándolo al terreno pedagógico, hay que decir que en “La historia me absolverá” uno de los puntos centrales es la educación, el número tan grande de analfabetos, los maestros sin empleos o con bajísimos sueldos, la elitización del sistema educativo, la cantidad de escuelas públicas, los espacios limitadísimos en la formación superior y técnica, todas éstas eran características de la realidad educativa de Cuba a continuación ponemos un extracto del texto citado para ejemplificar:
Nuestro sistema de enseñanza se complementa perfectamente con todo lo anterior ¿En un campo donde el guajiro no es dueño de la tierra para qué se quieren escuelas agrícolas? Todo está dentro de la misma lógica absurda: no hay ni una cosa ni otra. En cualquier pequeño país de Europa existen más de doscientas escuelas técnicas y de artes industriales; en Cuba, no pasan de seis y los muchachos salen con sus títulos sin tener en que emplearse. A las escuelitas públicas del campo asisten descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños en edad escolar y muchas veces es el maestro quien tiene que adquirir con su propio sueldo el material necesario. ¿Es así como puede hacerse una patria grande?4
Existe en este extracto un análisis de las condiciones en las que se encontraba la educación en Cuba para 1953, cuando triunfa la revolución en Cuba, una de las primeras acciones del gobierno revolucionario es la gran campaña de alfabetización en 1960, en tan sólo un año se liberaron del analfabetismo. Al rededor de esas demandas primigenias en el terreno educativo y pedagógico, es que se ha ido conformando el sistema educativo en Cuba, el cual, para nosotros, es hasta hoy el proyecto más avanzado que desde las alternativas de izquierda se han construido, aún cuando sabemos que es un proyecto inacabado e imperfecto.
Hay quien, aún hoy, insiste en querer convencernos de que las prácticas pedagógicas son y deben ser asépticas, libres de ideologías, sin intervención de la política, no hay cosa más falsa. Se llenan la boca acusando a los proyectos educativos surgidos desde la resistencia, de ser ideologizantes. Ante este panorama, tenemos que ser muy claros, toda práctica pedagógica está a favor de algo y de alguien y en contra de algo y de alguien. Nuestra responsabilidad ética no tiene que ver con no estar en contra de alguien o algo, ¡no!, la eticidad de nuestra práctica, tiene que ver con saberlo, conocer el por qué y decirlo sin tapujos, es decir no faltar a la verdad.
El saber a favor de quiénes y qué y en contra de quiénes y qué están nuestros proyectos y prácticas pedagógicos, pasa por tener un buen análisis del contexto, además tener está claridad nos permite posicionarnos ética y políticamente contra quienes hablan a favor de lo aséptico en lo educativo y pedagógico, dejando claro a nuestros compañeros y a cualquiera, lo que pensamos y queremos.
Hemos escogido un ejemplo, el cual sentimos es muestra de la ética y el análisis del contexto, los cuales son necesarios en la construcción de un proyecto alternativo y revolucionario, “La Primera Declaración de la Selva Lacandona”5 del EZLN. El primer extracto corresponde a responder las preguntas en contra de quién y de qué es su práctica, en este caso revolucionaria, pero creemos que cabe perfecto pues sabemos que la educación del EZLN se ha construido en base de estos principios y análisis:
...llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente Guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la Expropiación Petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo.6
Aquí podemos ver como los zapatistas van diciendo en contra de quien es su práctica revolucionaria y al mismo tiempo designan en contra de qué, además se sitúan ellos y a la realidad mexicana, basándose en la historia; retoman personajes y movimientos sociales a los cuales reivindican y al mismo tiempo se posicionan políticamente señalando las prácticas que condenan. Por este tipo de prácticas es que la articulación de una serie de proyectos, como el educativo, es mucho más sencillo de construir, pues los principios de la práctica pedagógica han sido clarificados y el enemigo está bien definido y es aprehendido por quienes hacen el proyecto.
El segundo extracto del mismo texto, deja manifiesto a favor de quiénes y de qué llevan a cabo su práctica revolucionaria, lo ponemos a continuación:
PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida última pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.7
La forma de resolver a favor de quién y de qué se nos presenta con tal claridad, que quien lea este texto completo sin duda tomara partido, además la forma en la que son expuestas las ideas de por qué luchan y por quiénes, les permite poder decir “si crees en esto, si estás de acuerdo, súmate con nosotros”, es decir el resolver estas cuestiones dentro del análisis del contexto no sólo nos permite tener una claridad política y estratégica, sino que además nos potencia a crecer, cumpliendo siempre con el compromiso ético de la verdad.
Trayectoria hegemónica.
Desde un punto de vista crítico no se puede negar que la educación nace como un privilegio para las clases dominantes, la educación no nace como un derecho igualitario independiente a cualquier condición humana, la educación emerge como un símbolo de mayorazgo. Partiendo de lo anterior, podemos decir que actualmente en la realidad latinoamericana, hay diversos grupos que han intentado transformar este hecho. Ejemplo de ello son el conjunto de países con gobiernos de izquierda, Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, o los movimientos sociales como el Movimiento Sin Tierra de Brasil, el EZLN en México y muchos más en todos los rincones de Nuestra América.
No debemos perder de vista que en la idealidad de la educación deberían estar demarcados los fines de su existencia y los medios que permitan alcanzables dichos fines. Siguiendo esta línea ideal y concibiendo la educación como una acción humana sociabilizante, los fines debieran estar encausados a bienestares que hicieran posible el sustento y crecimiento de cada integrante de la sociedad y a su vez, del crecimiento de la sociedad misma. Sin embargo, los hechos en la historia y la realidad que se nos aparece, nos muestran esencialmente dos cosas: que los fines son creados por unos pocos, y que, son elaborados para satisfacer necesidades muy particulares de esos pocos.
Sabemos que la educación no es el único medio para llegar a una transformación social, pero sí es una de las opciones en la que más intentos se gastan; evidentemente, no para bien común. Actualmente, la educación está hecha por unos cuantos que demarcan el rumbo de los “adoctrinamientos”, porque no se les puede llamar de otra manera. Y también son ellos quienes se han encargado de aleccionar a la sociedad para pensar que sólo dentro de una “escuela” -espacio llamado de determinada manera, con determinadas características y determinados roles- se puede dar el proceso educativo.
Estos grupos son los que de manera deliberada y consciente comenzaron a generar una educación sectaria y tendenciosa, con el principal fin de continuar con mayor poder sobre los otros. La problemática ahora es que, dicho de manera simplificada, estos grupos conformaron una hegemonía que abarca no sólo lo social sino lo económico.
Particularidades de la realidad educativa
Hoy, lo que aprendemos es lo que se nos enseña, tal cual como se nos enseña. Sabemos sólo lo que se nos quiere enseñar. Quienes dictan qué se enseña, tienen claro para qué desean que se enseñe eso y no otra cosa; entonces, conformar sociedades significa preguntarse ¿qué sociedad?, ¿porqué esa sociedad? y ¿cómo hacerla posible? Es así como llegamos a la tesis siguiente: hacer educación significa pensar en un ideal de sociedad y tomar partido en las distintas esferas sociales para llevarlo a cabo, no sólo la educación conformará la totalidad.
Ahora bien, si partimos de un deseo de llegar al ideal que pretendemos, debemos entender que hacer educación no es tomar una posición cómoda y “neutral” ante hechos que abofetean la integridad humana. El simple hecho de responder las preguntas anteriores, ya habla en sí mismo, de una postura ante el mundo, ante las realidades y ante la propia vida. Por lo tanto, hacer educación implica necesariamente decidir hacia dónde vamos y necesariamente asumir una postura política.
Los que siguen intentando perpetuar la hegemonía educativa, saben cuál es su ideal social y crearon un discurso en el que se entretejen tesis diplomáticas “neutrales” que se han encargado de proyectar como “las más convenientes” ante la sociedad; en un contexto en donde su mejor respuesta a la diversidad cultural e ideológica, ha sido la necesidad de “tolerancias” (religiosas, políticas, ideológicas). Conveniencias que en realidad les aseguran su permanencia en el poder. Cabría preguntar para quiénes es conveniente la tolerancia y neutralidad, la respuesta es obvia.
Develación de un ilusorio discurso
Al despertar del aletargado sueño donde se nos venden ideas como: educación pública y gratuita para todos, aseguramiento del acceso a ella, y, conocimientos necesarios para la vida; notamos que en términos reales sólo es un discurso. Analicemos estos puntos: en nuestro país, hay todo un discurso legislado que dice que la educación es un derecho, que debe ser pública y gratuita, pero en la realidad la educación es un privilegio. Sería pública si se garantizara al 100% a todos sin excepción, y hablar de gratuidad no implicaría sólo garantizar un espacio y un profesor (en el mejor de los casos); implicaría garantizar materiales y condiciones suficientes para que un individuo aprendiera.
En cuanto al acceso educativo, habrá quien diga que cualquiera con tan sólo desearlo puede estudiar, es totalmente una mentira. El acceso está delimitado no sólo por un deseo, lo delimitan las condiciones de vida (la desnutrición, la falta de acceso a la cultura, el desempleo, etc), la información de acceso dirigida a ciertos grupos sociales y la incapacidad de los gobiernos de resolver necesidades particulares.
Y qué decir del supuesto ofrecimiento de conocimientos necesarios para la vida. Tomemos en cuenta que los que deciden qué enseñar en la educación pública, deciden como conocimientos necesarios para la vida los que posibilitan la subsistencia de sus planes. Así pues, los contenidos en la educación pública son totalmente manipulados y encausados a la inmovilidad social, a la quietud de mentes que se conforman con lo ofrecido en dicha educación.
La desvinculación de la educación con la vida, es estratosférica. Refiriéndonos a la sectaria idea que tienen algunos de que el proceso educativo sólo es posible en un espacio determinado llamado “escuela”, afirmamos que esa “escuela”, es un espacio que aísla conocimientos no mostrando la relación con lo que hay fuera de él; los acontecimientos que pasan lejos de la “escuela” quedan fuera. Las escuelas se han convertido en sistemas cerrados que generan sus propias realidades, problemas y necesidades, y que repetidas veces, son problemas que no tienen relación directa con los problemas esenciales de cada sociedad, sino con los problemas generales de la educación hegemónica.
El problema de aquello es que la escuela no es un espacio donde se traten de resolver o encausar soluciones para las necesidades particulares de cada sociedad. Tampoco es un espacio donde se intenten formar seres con capacidad de decidir, de optar, de criticar y de cambiar. En la mayoría de los casos la escuela no es el producto de una reflexión acerca de un determinado ideal social, no actúa ni resuelve basada en problemáticas relacionadas con la sociedad a la que se ofrece.
Quienes sostienen un lugar dentro de la educación pública pueden notar la raquítica calidad de los contenidos. Con estos hechos, se niega claramente el discurso que garantiza la educación como un derecho. La educación se ve como objeto de manipulación y adoctrinamiento.
Generación de alternativas
Es precisamente en este punto donde comienza la necesidad de generar una resistencia a tal hegemonía, proponiendo alternativas. Hacia el exterior, la educación popular representa una respuesta al régimen educativo habitual; y, hacia el interior representa que quienes propongan proyectos alternativos estén claros que están siendo los antagonistas del proceso, van contracorriente. Por lo que la realidad se convierte en una lucha entre el poder hegemónico y estas alternativas. No se puede caer en el error de llamarse “neutrales” o como decía Freire “que se contente con la pura enseñanza o con la pura transmisión aséptica de contenidos”8, como si eso se pudiera.
Los proyectos alternativos dan la posibilidad al individuo de asumir una responsabilidad individual y social de los seres humanos. La educación popular es la que jamás separa de la enseñanza de los contenidos la develación de la realidad, es la que entiende la escuela como un centro abierto a la comunidad y no como espacio cerrado. Es la que se aproxima a los movimientos populares de la comunidad y aprende con ellos. Es la que respeta a los educandos cualquiera que sea su posición de clase, trabaja por la buena calidad de la enseñanza y capacita al profesorado.9
Al proponer una alternativa, es sumamente importante hacer un estudio riguroso de la realidad particular de la que se está hablando, con la finalidad de no reproducir las formas que se están criticando. Es decir, ser capaces de leer no sólo la realidad de manera general sino también la visión particular de una comunidad, sus problemáticas y sus ideales. La alternativa propone poner en práctica acciones desde lo micro para alcanzar lo macro.
En un sistema donde la particularidad no es importante, las alternativas tratan de salvar esta particularidad sacando a flote sus necesidades. Lo deseable sería que las propuestas alternativas nacieran de la concienzuda lectura de una realidad particular y de las necesidades que emanan de esa realidad; también sería deseable que la propuesta naciera desde los propios individuos ya conscientes de sus problemáticas, pero esto es difícil de lograr si no se ha pasado antes por una educación que enseñe a reflexionar, a asumirse parte de un grupo, y como parte de él ser capaces de transformar.
Las alternativas intentan generar nuevos proyectos ya sea de manera paralela a la educación tradicional, o proyectos que desde su fundación pretenden reemplazar de manera radical la educación hegemónica. Generalmente los últimos son los que abarcan distintas esferas, y se conforman como algo que en sí mismo contiene más de un proyecto dirigido a una respuesta específica.
Conformación de la idea del ser en una alternativa
Generalmente, un proyecto alternativo nace cuando se desean cambios encaminados a la mejora de determinadas condiciones humanas. Al plantear la alternativa debemos plantear antes el tipo de ser humano que hará que tal proyecto se materialice y perdure, es decir, las características que se deben fomentar o exaltar.
Aunado a la razón anterior, “la falta de” también es un motor que impulsa al deseo de generar nuevas opciones. En innumerables casos una situación de carencia alimentaria, de salud o laboral, ha movilizado grupos humanos. No obstante, hay que cuidar lo que se dice cuando hablamos de necesidades humanas. Las necesidades humanas van mucho más allá de las que simplemente asegurarían la supervivencia. Y es que cuando se habla de cubrir necesidades, se refiere solamente a las necesidades básicas (para sobrevivir), lo cual remite a nuestras mentes la mencionada condición de pobreza, que si bien es el mal del que sufren la mayoría de los países latinoamericanos, también hay que decir que sufrimos de otras carencias, tenemos necesidades en otros ámbitos.
Creemos que el ser humano está conformado sí de una parte biológica en donde caben funciones físicas, fisiológicas, cerebrales; las que son fundamentales para vivir. Pero el ser humano no tiene sólo una condición de ser vivo, el ser humano es un ser vital. Es capaz de vivificar su realidad, crear un ideal convirtiéndolo en una causa y hacer de esta causa, el sentido de su vida. El ser humano está también conformado de pastes que no son funciones biológicas. Es el espacio donde cabe el espíritu humano, donde los anhelos y deseos se cruzan con la razón y el pensamiento y generan la fuerza suficiente para transformar sociedades.
Una ideología transformadora no es creada de comer o vestir bien, de tener morada o dinero; eso es importante, muy importante pero no es lo más importante. Una ideología que transforma se amalgama en lo más profundo de las entrañas de un ser, emana desde una potencia espiritual e ideológica.
Esta parte del ser humano es infundadamente ignorada, para algunos, anulada, sin notar que es también esta parte la que hace al ser humano ponderar todas sus capacidades y hacer realidad sus anhelos. Deseamos resaltar que, al conformarse un ser desde estás distintas piezas, un proyecto alternativo también debe pensar en lucha de cubrir las necesidades de todas estas piezas. La conjunción correcta de las partes del ser posibilitará en la realidad la reflexión de los hechos, la autonomía y una necesaria idea de libertad.
En un movimiento, la carencia espiritual puede implicar mucha más pérdida que la carencia de vivienda.
Utopía, esperanza y alternativas.
Cuando hablamos de educación y alternativas es necesario tener en cuenta que en realidad de lo que estamos hablando es de mundos posibles. Posibilidades, creación, imaginación, el motor de la humanidad está a nuestra disposición. Se escucha avasallador pero esa es la responsabilidad que nos ha tocado, al final es todo un honor.
A pesar de estos 30 años de neoliberalismo, los pueblos nos han demostrado que hay posibilidades de escribir de otra forma la historia, que no ha sido el final de ella, vivimos en momentos donde es necesario cambiar al mundo, dejando atrás la mera consigna, hoy el mundo está en una crisis profunda y global, muestra de ello son las crisis económica, ecológica, política, financiera y humanitaria. Hoy la humanidad es capaz de producir, en conjunto, suficiente comida para alimentarse a sí misma, aún así hay 1020 millones de seres humanos que sufren hambre crónica10, si esto no es muestra de que el capitalismo está agotado, entonces nada lo será.
Pese a todo, hoy podemos decir con orgullo que tenemos en nuestras manos el proyecto emancipador más rico de la historia, es decir, la humanidad ha desarrollado un proyecto cada vez más completo de emancipación, esto tiene que ver con que cada vez conocemos más de nosotros mismos, de nuestros deseos, de nuestras capacidades, es la fuerza creadora la que se ha puesto al servicio de imaginar a hombres plenos, felices, libres. A la fecha han sido probados y reprobados varios proyectos emancipadores y de ellos se derivan una serie de análisis y reflexiones que nos arrojan ideas y propuestas cada vez más redondeadas. Nuestros fracasos como izquierda, al final no lo son, siempre y cuando sepamos aprender de ellos, es decir, que el sectarismo, el dogmatismo y la ignorancia no sean las que determinan nuestro actuar y pensar.
La esperanza en la educación, a algunos les parecerá hasta ridículo y cursi hablar de esperanza y de educación mientras el mundo está como está, pero hablar de esperanza en estos tiempos tiene más sentido que nunca. Si de algo se ha encargado el neoliberalismo es en engendrar generaciones de seres desesperanzados y desesperados, la desesperanza lo que nos produce no es más que la inacción, nada más conveniente para quienes detentan el poder y están llevando a la perdición al mundo entero. La educación alternativa no es tal, sino lleva en sus entrañas a la esperanza, qué de alternativo tiene un proyecto que no está centrado en la búsqueda, por ejemplo, la de resolver la insatisfacción de la incomplitud del hombre. Esperanza al fin y al cabo es posibilidad, aunque sea una en un millón, ahí está presente, no podemos hablar de proyecto alternativo sin que se planteen posibilidades de cambio, de transformación. La pedagogía al hablar de un deber ser no habla de nada más que de esperanza, de posibilidad de cambio.
Basamos pues en la creación de este gran proyecto emancipador y de la esperanza el obligado ejercicio de la utopía, la utopía distinta de la esperanza. La utopía es el ejercicio de construir escenarios “imposibles” para esta realidad, quienes construyen y transforman la realidad son los sujetos, sujetos que, en el proceso educativo, se transforman así mismos y la sociedad. La utopía como trabajo serio de quienes hacen alternativas, dado que ésta está siempre en tensión entre lo que es y lo que puede ser. Después del triunfo de la revolución cubana el Ché escribe justo sobre esta tensión:
El proceso es doble, por un lado actúa la sociedad con su educación indirecta, por otro el individuo se somete a un proceso consciente de autoeducación. La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. 11
La utopía es el puente que construimos entre lo real, lo que tenemos y lo que queremos. La utopía es pues el ejercicio de construir, de reconocer esta tensión y seguir proponiendo mundos posibles, alternativas posibles, en caminadas a lo deseado. No basta imaginarnos qué ganamos, es necesario imaginar y plantear que sigue después, la utopía como puente y trabajo serio en la construcción de mundos nuevos y mejores.
La forma en la que se genera la utopía, no es la del sujeto recostado a la sombra de un árbol, ¡no!, la utopía es trabajo que se construye en un vínculo directo con la realidad, es tener en cuenta cómo son las cosas y en base a qué podrían ser distintas; la utopía al plantearse escenarios posibles, hace un trabajo reflexivo y dialéctico donde se analiza la realidad desde distintas perspectivas, después del análisis y entendimiento de la realidad entra a funcionar el pensamiento crítico, a partir del cual la realidad es mirada, criticada, decosntruida, para ser recreada.
La utopía, la esperanza y las alternativas tienen fundamentos en la realidad, de ella nos abastecemos, a disposición de estas tres están la imaginación y la creación. La resistencia de los pueblos nos ha proporcionado una cantidad de aportes teóricos y prácticos importantísimos, como el las formas de auto-gobernarse; de igual manera el pensamiento crítico va arrojando más luz sobre cómo es eso de construir mundos distintos, coloridos y felices. Así pues, como diría Eduardo Galeano, “la utopía para eso sirve, para caminar”.
Seminario de Educación Popular en América Latina,
Noviembre 2010.
1Martí José, Obras completas, tomo 5, La Habana Cuba, Editorial nacional de Cuba, 1963-1966, p.468
2Paulo Freire, Escuela pública y educación popular en Política y educación, México, Siglo XXI editores, 2001, p. 110.
3Fidel Castro Ruz, ...hoy somos todo un pueblo entero...- Cuba 1953/ 73, México, Siglo XXI editores, 1973.
4Fidel Castro Ruz, ...hoy somos un pueblo entero...-Cuba 1953/73, México, Siglo XXI editores, 1973, p.39
5La Primera Declaración de la Selva Lacandona es la declaración de guerra al Gobierno de México por parte del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, con fecha del 1° de enero de 1994, puedes encontrar la primera y hasta la sexta declaración en http://enlacezapatista.ezln.org.mx/ .
6Ibid,
7Ibid,
8Paulo Freiré, Escuela pública y educación popular en Política y educación, México, Siglo XXI editores, 2001, p.114
9 Ibid. p.112
10 Liliana Lechuga, “Si la FAO no existiera habría que inventarla”, publicado en Cubadebate, http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/11/14/si-fao-no-existiera-habria-inventarla/
11 Ernesto Ché Guevara, El socialismo y el hombre en cuba, México, Editorial Grijalbo, 1975, p. 108
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